En una vivienda como en otras muchas cosas en la vida siempre es mejor prevenir que curar. La figura del arquitecto de cabecera es una figura reciente, pero que cada vez está cobrando más relevancia en el mantenimiento y conservación de nuestros edificios.El arquitecto de cabecera es un técnico especializado que puede ser contratado por la comunidad de vecinos o la empresa administradora de fincas para realizar inspecciones en el edificio con una mayor frecuencia de lo que se establece de forma reglamentaria. Lo que, sin duda, va a ayudar a detectar problemas incipientes y prevenir daños mayores en un futuro.
En la mayoría de ocasiones, las pequeñas intervenciones en un inmueble pueden evitar reformas mayores en fachadas, cubiertas e instalaciones. Actuaciones que a largo plazo suelen ser más complejas y costosas. Además de ocuparse de las inspecciones periódicas, el arquitecto de cabecera podrá ser también ese profesional que dirija y gestione las posibles obras de reparación o mantenimiento, porque conoce a la perfección la evolución del inmueble, además, siempre es más cómodo y da mayor seguridad y confianza tratar con el mismo profesional.
Asimismo, el arquitecto de cabecera asesorará a los propietarios a la hora de comprender y seleccionar un presupuesto de ejecución para las acciones que sean necesarias acometer.
La inspección más importante que debe superar un edificio con cierta antigüedad es la ITE (Inspección Técnica de Edificios). Esta inspección es obligatoria para todos los edificios con más de 50 años, fecha a partir de la cual la ITE debe renovarse cada 10 años. La ITE consiste en una inspección visual de los componentes principales de un edificio: estructura, cimentación, fachada, cubierta e instalaciones. El objetivo es generar un informe técnico de evaluación y detección de problemas constructivos clasificados en función de su gravedad.
Invertir en una buena conservación es hacerlo en calidad de vida, pero también en la valoración inmobiliaria de la vivienda o comunidad. Recuerda, “los edificios no se conservan solos” y el paso del tiempo también les afecta.
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