- Instala ventanas con carpinterías con rotura de puente térmico, doble acristalamiento y mejor ¡si es bajo emisivo! Revisa si tus puertas exteriores o ventanas tienen holguras, grietas o faltas de sellado por donde se puede estar escapando el calor o pueden estar entrando pequeñas ráfagas de aire frío. Los marcos y las hojas de puertas y ventanas deben estar bien sellados. ¡Evita fugas!
- Instala cortinas térmicas en ventanales y balcones. Estas cortinas generan una barrera natural que amortiguan las zonas más conflictivas. En los países más fríos las cortinas suelen arrastrar ligeramente por el suelo, ¡no es casual!
- En climas fríos hay que intentar evitar materiales cerámicos, existen numerosas alternativas más cálidas para revestir el suelo que admiten todo tipo de sistemas de calefacción, incluyendo suelo radiante.
- Incluye alfombras, además de ser un elemento decorativo suponen un aislamiento de la superficie de suelo que cubren, es decir, una barrera contra el frío. Ubica estas alfombras en las estancias que más utilices en tu vivienda, ¡en el dormitorio y en el salón son imprescindibles!
- Incluye murales tapizados, kilims o panelados de madera vista en las paredes más frías como medianeras o fachadas a norte. Además de dar un toque único a la decoración, son materiales aislantes y favorecen un espacio acogedor y confortable.
- Una estufa sostenible puede ser una buena alternativa.
- No olvides mantener una temperatura estable y agradable, la temperatura de Confort se establece entre 20 y 22 grados.
- Abre persianas y cortinas durante el día cuando haya luz natural para favorecer el soleamiento y aportar calor. De noche, baja las persianas y corre las cortinas para evitar pérdidas de temperatura interior.