Hay ocasiones en las que necesitamos un cambio en nuestro entorno o simplemente surgen nuevas necesidades, pero ¿cómo afrontar una reforma?. A continuación, voy a tratar de daros algunas sugerencias sobre qué puntos hay que tener en cuenta antes de una obra para que el resultado sea positivo y cumpla con las expectativas.
- ¿Hay un nuevo miembro en la familia? ¿Se han emancipado tus hijos? O simplemente, ¿te apetece un nuevo vestidor? Las viviendas deben evolucionar con sus usuarios y adaptarse a los cambios que puedan surgir. Es habitual que las viviendas tradicionales no sean adecuadas para nuestro día a día actual y que sea necesario reorganizar los espacios. Es imprescindible definir las nuevas necesidades para conseguir una vivienda funcional que cumpla con las exigencias.
- Ese suelo de madera natural que has visto en Instagram te tiene obsesionado, pero puede que no sea la mejor idea para las uñas de tu mascota. Es importante adecuar la tipología de materiales y el uso al que están destinados, sin perder de vista el aspecto estético. Definir estos detalles pueden evitar mantenimientos innecesarios y simplificar tu día a día.
- Lo importante está en el interior… y más en una vivienda. Cuidar lo visible es imprescindible pero también hay que prestar atención a las instalaciones. Se debe evaluar el estado general de las mismas, si ha habido problemas en alguna ocasión o si generan ruidos u olores no deseados. Un cableado acorde a la normativa vigente o la renovación de las tomas de agua puede ahorrarte más de un susto en el futuro. ¡Merecen una puesta a punto!
- No hay nada mejor que un domingo de sofá y manta, con esos calcetines tan mullidos… pero mucho mejor como accesorio y no por obligación. Las ventanas y acristalamientos han evolucionado mucho en los últimos años, así que es probable que tu vivienda no cuente con la solución óptima. Cuidar los cerramientos mejorará el confort de los espacios y además conseguirás un mayor ahorro energético y económico.
- Cómo te gustaría tener sitio para colocar esa cocina impoluta que has visto en el escaparate… pero recuerda, tu casa no es un museo. Elige mobiliario funcional, de calidad, que optimice los espacios y lo más importante, te haga más cómodo el día a día. Valora las necesidades de almacenaje, cómo utilizas el espacio y las dimensiones que te resultan cómodas. ¿Hasta dónde estás dispuesto a llegar para mantenerlo todo de revista?
Tomar la iniciativa y poner en marcha una reforma no es tarea fácil, requiere una buena planificación, identificar los cambios y sobre todo tomar muchas decisiones en un breve plazo de tiempo. Ir de la mano de un profesional simplificará el proceso y lo convertirá en una evolución muy enriquecedora.
Y tú, ¿te animas a dar un cambio?, contáctanos y cuéntanos tu idea.